jueves, 29 de octubre de 2009

23 de abril Día Internacional del libro

Desde hace unos años, cuando llega el Día Internacional del Libro (23 de abril), en el Nivel Medio realizamos distintas actividades para celebrar dicho evento. Un libro constituye un modo particular de relacionarse con uno mismo, con el otro y con el mundo (¿por qué no?). Para el que es lector, un libro es mucho más que dos tapas que contienen páginas impresas, con dibujos o no. Puede ser el nexo que unía por las noches a un padre con su hijo; a una abuela con su nieto; una suerte de arcón en el que se guardan aventuras inexorables y que, sin embargo, constituyen solo letras. Es también, parafraseando a Adolfo Bioy Casares, una forma de vivir muchas vidas y, agrego yo, de “ser” muchos personajes. La lectura nos envuelve: la historia comienza y pareciera que el mundo que está a nuestro alrededor dejara de existir para convertirse en “eso” que estamos leyendo. Con respecto a las actividades que hemos realizado, un año presentamos “en sociedad” el libro que escribió el Padre José Luis Poesías desde el alma, de Editorial Santa María. Otro año, los alumnos de los cursos superiores realizaron una encuesta al personal docente de todo el Instituto para saber cuál era el libro que más le había gustado, ya fuera de su infancia, adolescencia o del momento actual. Con ello realizaron una cartelera. Este año organizamos un desayuno literario “particular”. Los alumnos debían traer algo para comer, algo para tomar y, sobre todo, el libro que los había “marcado”, ese libro que para uno es inolvidable. Subí con cada curso, según la hora en la que tenían “Lengua y literatura”, al S.U.M. (Salón de Usos Múltiples). Se generó un clima “intimista”, dado que compartieron algo que era valioso para cada uno de ellos. Cada uno presentó su libro y explicó por qué lo había elegido para ese momento. Acto seguido, si a alguno de los presentes le picaba el bichito de la curiosidad, podía pedírselo prestado, en principio, para ese rato. Se sucedieron las presentaciones y los préstamos. También las anécdotas: libros que habían sido regalos de personas especiales, libros que guardaban dibujos soñados, que representaban momentos compartidos con familiares… Y después sí: desayunamos. Alimentamos al mismo tiempo cuerpo y espíritu. Finalmente, como habían traído las fotocopias de los libros seleccionados, realizaron una cartelera por curso. Las fotos dan cuenta de eso. La lectura es un placer; hay muchas formas de llega a ella. A veces es casual, a veces es propuesta desde la escuela, a veces un amigo… Muchas historias esperan ser vividas a través de un lector, de una lectora como vos, tengas la edad que tengas. Te invito a que mires las tapas de los libros. Tal vez reconozcas alguno. Tal vez, quién sabe, aceptes la aventura, el desafío de introducirte en alguno de los mundos posibles que te ofrece, simplemente, un libro.

No hay comentarios: